Por María Elena Brito Rivera
¿Te imaginas como era la confección de prendas antes de que existiera la maquinaría?
Muchas veces escuchamos sobre este tema es muy probable que nuestros pensamientos viajen a lo que fue nuestra infancia, recordamos cuando nuestras abuelas en sus tiempos libres ahí estaban incluso nos confeccionaban o reparaban alguna prenda.
Todo comenzó en 1846, Elías Howe originario de Massachusetts, Nueva York patentó la primera máquina de coser y con ella se inició la producción de prendas a mayor escala como antes se hubiese visto.
Aquí puede venir una serie de preguntas ya que sabemos que en 1960 comenzó la revolución industrial.
Lo cierto es que ya se había desarrollado una variedad de máquinas las cuales estaban enfocadas en la producción de textiles y en facilitar aplicaciones textiles como la aguja doble punta.
Isaac Merrit Singer fue quien introdujo en 1851 la primera máquina de coser domestica basándose en la Howe.
Como podremos imaginar, después de esto Howe presento demanda contra Singer por “violación de patente” y ganó.
Lo bueno es que cuatro años después con dos personas más crearon un grupo el cual era el único que podía fabricar estas máquinas y si una persona quería sumarse tenía que pagar cierta cantidad de euros para cada máquina y obtener licencias.
Sabemos que con el paso del tiempo las cosas han ido evolucionando constantemente y hay otras que han sido modificadas totalmente. En el caso de Singer después de un tiempo desarrollo la primera máquina de coser continua y fundo Singer Sewing Machine Company convirtiendo se en uno de los mayores fabricantes del mundo.
Este gran desarrollo permitió también el crecimiento considerable de la industria de la indumentaria y el calzado.
Se crearon máquinas cada vez más especializadas para diferentes tareas de confección como: ojaladoras, recubridoras, remalladoras, bordadoras Desde aquellos años hasta nuestros días Singer ha trabajado en la evolución de la máquina de coser, adaptándola a los tiempos.